viernes, 28 de mayo de 2010

"Vivir juntos, morir juntos"

Ahora que los conceptos registrados a lo largo de una semana de exámenes huyen haciendo cabriolas en el aire, me veo ya en situación de poder hablar de LOST sin quedarme estancado con una reflexión trasnochada, todo lo contrario. Yo también fui uno de los que madrugó el lunes 24 de mayo para lograr establecer orden en la amalgama de misterios relacionados con osos polares, suministros de la nada, números, electromagnetismo, etc., con nombre en clave LOST (Perdidos). Tras las lagunas en la traducción y el lapso de casi 5 minutos de capítulo final, todos llegamos a la conclusión de que había terminado como empezó: con un plano del ojo de Jack, esta vez cerrándose para siempre. Las preguntas surgieron después. De ahí se pasó a la confusión, hasta llegar a la crítica gratuita. No hablaré del contertulio que tuvo lugar tras la emisión de la Season Finale en Cuatro, porque, francamente, para oír chorradas me pongo a Intereconomía.

La impresión que me ha dejado este último episodio es la de satisfacción, pues aunque no se ha resuelto ni uno de los misterios pendientes, sí se ha dado por finalizada la historia de los personajes, que son, al fin y al cabo, los verdaderos protagonistas de toda la serie. Puede que intuya cierta estrategia de marketing con la conclusión emitida, mas no deja de ser LOST, un evento televisivo comparable a la revolución que George Lucas trajo al cine en su momento con "Star Wars", a su vez, cine pionero en eso del merchandising. Con la Isla en medio de una incógnita y nuestros losties -cuidado SPOILER- requetemuertos tras su paso por el Purgatorio y un Limbo imaginado por ellos mismos, la conclusión no puede ser otra que la del reencuentro. Y es que la serie progresa en ese sentido desde el primer capítulo, de hecho el título de la serie nos lo dice todo (LOST-Perdidos). Todos son almas Perdidas, con una vida trágica y turbulenta. La Isla les da la posibilidad de redimirse, de enderezar su destino y llevar la vida que ellos siempre han querido, lo que nos conduce a esa especie de realidad alternativa de la Sexta Temporada, un Limbo imaginado por los protagonistas para recordar que no es "vivir juntos, morir solos", sino "vivir juntos, morir juntos".

Al término de la vida en la Isla, Jack ha resultado ser el primero y a la vez el último. Él ha sido nuestros ojos a lo largo de las seis temporadas. De líder racional de los losties a devoto protector del espíritu isleño, Jack Shephard fue un hombre de ciencia que llegó a ser hombre de fe. ¿Cuál es el mensaje subyacente al metraje ofrecido por los guinostas? Vive tu vida como quieras y lo mejor que puedas, nadie está determinado por el destino. ¿Qué sentido tiene preguntarnos sobre los misterios de la propia vida (la Isla) si ni siquiera alcanzamos a hallar una mínima respuesta coherente o lógica? Hay que dejarlo fluir... Sinceramente, me llevo conmigo unos gratos momentos que descubrí junto a Laura y, repito, la satisfacción que hace tiempo no me daba ninguna otra película. LOST ha tenido tantas referencias culturales y guiños que darían para hablar un buen rato, aunque no seré yo quien satisfaga vuestra curiosidad, pues existen cientos de artículos diseminados por toda la Red. Gran serie, gran final.





1 comentario:

Adrian Lopez dijo...

Lo cierto es que la calidad de una serie no puede medirse por su final(que se lo digan a The Sopranos)...sin embargo el final no está a la altura o más bien la serie esta sobrevalorada con respecto al final; la serie juega con una incoherencia que unida a este final, me parece un insulto para el espectador. Por otro lado tampoco me gusta nada esa legión de "losties" que a estas alturas estarían poniéndome a parir por criticar la serie. Sin embargo también te puedo decir, que pocas series me han tenido tan en vilo durante 6 años y solo por eso vale la pena...Un abrazo!