domingo, 9 de enero de 2011

Giffords y los fanáticos

Llegan noticias de los States, y al parecer nada edificantes. La congresista demócrata Giffords ha recibido un tiro en la cabeza y otras seis personas han resultado muertas. Mientras asistimos a la recuperación de esta mujer, las declaraciones en señal de repulsa se suceden por todo Estados Unidos: McCain se estremece y el Tea Party condena... tan extraño nos es todo esto?

Muchos no dudarían en calificar de "giro radical" el proceso de cambio que Estados Unidos viene experimentando en estos últimos años. Pero qué equivocados están los que tiemblan con las huestes del Té y, del mismo modo, los que tachan de socialismo a la soviética la reforma sanitaria de Obama. Lamento profundamente que un fanático se haya dejado llevar por teorías conspirativas como la de la moneda única americana, a la manera del €uro, o la del control de la mente a través de la gramática para perpetrar un ataque indiscriminado contra alguien que, al parecer, no tiene nada de oligarca. Pero resulta que si nos excedemos en conceder importancia al ataque contra una congresista, dónde dejamos el hecho de que Jamie y Gladys Scott, hermanas afroamericanas, fueran sentenciadas a cadena perpetua por robar 11 dólares hace 16 años?? Qué me dicen de la política exterior estadounidense o de la proliferación de gran número de armas en suelo americano? Acaso no os habéis sentado a meditar que lo que hace vuestro país de cara al público no es lo mismo que lo que hace a vuestra espalda? No digo que uno u otro asunto merezca mayor justicia, mas no puedo dejar de revolverme en mi silla cuando sé que un gobierno masacra poblaciones a miles de kilómetros del propio país mientras condena a sus fanáticos ciudadanos por el atentado de Oklahoma City, por el de Columbine o por el ataque a la congresista Giffords.

Os habéis equivocado de radicales! No condenéis a los fanáticos ciudadanos, condenad a toda una cultura y a toda una historia bañada en sangre. No olvidemos que hay dos clases de fanáticos: los que consiguen abolir el esclavismo y dar esperanza a sus gentes para, posteriormente, resultar asesinados por personas de las que ya nunca más se sabe y los que desde la cima misma del más alto poder fáctico neoconservan la economía y les da lo mismo qué medio utilizar con tal de obtener el fin último: la preservación de su poder. Fanáticos, fanáticos... fanáticos fueron Alejandro, César, Colón, Da Vinci, Copérnico, Miguel Ángel, Napoleón, Van Gogh y cambiaron el mundo; fanáticos somos todos con tal de albergar ideas para cambiar algo. En nuestra mano está el llevarlas a la práctica de la mejor manera posible. Fanáticos sí! Violencia gratuita no!

Vae victis